page_0080

El desafío principal en el área más amplia de la preservación digital es que los softwares "ejecuten". La naturaleza activa y de desempeño de ese "ejecutar" sólo es posible a través de un modelo de regresión de dependencias de diferentes piezas de software que usualmente están fuertemente unidas a piezas específicas de hardware. A su vez es importante deternerse a pensar si existe suficiente contexto sobre los objetos digitales para que alguien en el futuro pueda comprenderlos (dedicaré los dos capítulos siguientes a este tema). Existen dos estrategias básicas para enfrentar el problema de los formatos: emulación y normalización de formatos/migración. Discutiré ambas brevemente y explicaré por qué muchas organizaciones han decidido cubrir sus opciones con la normalización, pero también mantienen su material en el formato original.

Este trabajo se relaciona directamente a otros asuntos que cubriré más adelante en cuanto al acceso de contenido. Sin embargo, salen aquí a colación ya que la definición de algunos enfoques para asegurar el acceso a largo plazo también juega un papel importante en la forma en que se diseña y administra un sistema de almacenamiento para preservación digital. Nuevamente, teniendo en cuenta la naturaleza interactiva de la planeación para la preservación digital, recomiendo leer este capítulo y el que trata sobre acceso de forma paralela.

¿Los formatos se vuelven obsoletos?

Una de las preocupaciones centrales detrás del desarrollo de la teoría y la práctica de la preservación digital es que los formatos digitales que están en uso hoy en día tienen el potencial de volverse obsoletos e initeligibles en el futuro. Incluso algo que parece muy simple, como un PDF, está sujeto a un grupo considerable de depenencias de software para ser reproducido correctamente. Las amenazas de preservación que pueden presentar los formatos de archivo son un desafío ya que implican predecir el futuro. A diferencia de las problemáticas alrededor de la preservación de bits, la futura usabilidad de los formatos de archivo está atada a las futuras trayectorias de la computación en la sociedad.

Los formatos son especificaciones. No son verdades fundamentales sobre los archivos. Se puede pensar en un formato como algo parecido a lo que un sacerdote lee de un texto en una ceremonia y los archivos como todas las distintas formas en las que las personas viven sus creencias cotidianamente una vez fuera del lugar de culto. Así, el grado en el que un archivo en particular se ajusta o no a las especificaciones del formato siempre será un problema en sí mismo. Muchas aplicaciones de software que usamos a diario crean archivos que utilizamos en otras aplicaciones de software que son inválidos en distintos grados de acuerdo a las especificaciones para ese archivo. Muchos archivos son auténticamente inválidos, lo que puede ser significativo en sí mismo. Todas las conversaciones sobre formatos deben comenzar entendiendo que éstos son convenciones sobre cómo deben estar estructurados los archivos y no verdades fundamentales sobre cómo los archivos están estructurados.

Se han identificado una serie de factores para evaluar la sustentabilidad de un formato digital determinado. Los menciono y explico brevemente aquí.

- Divulgación: si las especificaciones del formato están disponibles entonces es posible validar los archivos y sería posible desarrollar nuevas formas de reproducirlos.
- Adopción: mientras más común sea el uso de un formato será más probable que exista una variedad de implementaciones para su uso en el futuro, y será más probable que exista una demanda continua del mercado para el acceso e su contenido.
- Transparencia: mientras más transparente sea la estructura de la información dentro de un archivo, será más fácil su reconstrucción en caso de perderse la habilidad para reproducirlo.